jueves, 23 de diciembre de 2010

Navidades en London

Hola amiguitos.
No nieva, por tanto hoy estaré de vuelta. Eso espero.

No entiendo como la gente llega a la vejez con estos alimentos. Lo cierto es que en Londres, no se cede el asiento a los ancianos, porque no hay. Creo que cuando llegan a cierta edad los hacen picadillo para fast food. Y a mi que me gusta probar cosas nuevas, me atreví con las hamburguesas y las patatas congeladas. Y la super bolsa de patatas, si la estiras llega por la rodilla. Flipante, hacía 11 años que no veía una bolsa de patatas tan grande. El nombre es cachondo Walkers, como "Chuck Norris"


En enero si consigo trabajo me apuntaré para jugar de portero en algún equipo y quemar un poquico de fat. Por ahora solo pienso en rellenar mi cuerpo de energía que aquí hay que comer muy bien, que el clima está muy cabrón.

No se si os suenan los personajes estos. Son algo así como los playmobil que no saben que hacer y se meten a militares, y dentro, al destino de no hacer nada.
Los tíos tienen las pupilas quemadas de tanto flasazo. Yo fuí educando y sin flash. Los caballos grandes y bastante fresquitos me pareció, les podrían poner un abrigo o algo.

He estado de museos con mi buen amigo Owen y me ha llevado a dos. El primero el National Gallery y el segundo el Tate. Buenos museos tienen aquí los colegas. El tate carito 12 libras. Es curioso o se flipan con los precios o todo gratis. Podrían poner todo más normalito, en plan 3 librillas o 4. Me fuí a ver el HMS Belfast, es un barco de La II Guerra Mundial que se encuentra en el Támesis y 13 libras. Se les va!.

Al ir de museos, estaba nevando y pasamos un frió del carajo, creo que hacía -4ºC, pero en la zona del río se notaba demasiado por el viento, cruzando nos encontramos con este personaje sacado de lo más profundo de esta isla. Le deje una moneda para que pudiera descongelarse. En el Tate Museum, descubrimos una exposición de pipas de girasol hechas de cerámica y pintadas una a una a mano. 1500 coreanos pintando y todo 10X20metros de suelo cubiertas por pipas falsas. Si vuelvo me mango una.

Después de la sesión de museos le pedí a mi colega que me llevara a  un Fish and Chips, uno de los mejores restaurantes del mundo, comida tirada de precio y de una calidad discutible. Patatas para parar un tren y una tarta de carne bastante decente. No falto mayonesa ni ketchup.


Por último Owen haciendo un concierto en directo, como siempre perfecto. El local muy chulo y un ambiente muy agradable. Ideal para cenar y para tomarse algo, en verano terracita y no es caro. Ammm, a mitad de actuación tuvimos la visita inesperada de un ratoncillo. Se paseó a los pies de la barra y creemos que no volvió. ¿Por qué Londres tiene tantos ratones y tan pocos gatos?