jueves, 27 de enero de 2011

Aitor Vs London, one month

4º semana en Londres y vivo.

Dicen que la gente tarda tiempo en encontrar trabajo, en Londres no cuesta demasiado, aunque hay que reconocerlo que los agobios no se los quita nadie. Eso de enviar mails: por ejemplo 5 y que te conteste una empresa y encima diga: "no, lo sentimos, no estamos buscando a gente", sabe a patada. O peor es cuando te contestan, y te dicen: no, lo sentimos mucho pero no estamos buscando Juniors", la cara de gilipollas no se me quita en días. Jr?
Días después hablando con un viejo amigo que curra en el sector audiovisual te explica que un compositor medio de España, en Londres es un Junior y un Senior, depende pero es fácil que sea Medio. Es la putada.


Ahora viene lo bueno de trabajar en Londres.
Mi primer día de trabajo. Me plantan en la cara el proyecto y no se si salir corriendo o clavarme el Lápiz en el corazón. Me dan la escena, me la explican. Como si no lo hicieran, vamos. Mother Fucker, ¿qué coño es eso?. Eso no es un árbol, es la puta secuoya!.
Y ahora viene el remate final. Me viene el tresdesero con el 3D nuevo y me dice algo. Me imagino que en inglés, pero no entiendo absolutamente nada de lo que me dice. Le miro de arriba a abajo varias veces. el tío da un paso para atrás y vuelve a hablar, entiendo 2 palabras, es inglés!. Y ya empiezo a pensar que este no es de aquí, ES UN  IRLANDÉS. Y uno piensa: El sistema educativo Español se ha gastado en mí, miles de euros para nada.

A los días del trauma laboral dicen unos amigos que hay que buscarse novia inglesa. Claro si, el problema es cazar algo decente. ¡Porque madre mía hay un género!.
Pongamos un caso: 10:30 am en el metro. Hay una chica monilla a unos 3 metros. Me mira, la miro, me mira, la miro, pasando tengo entrevista de trabajo en 20 minutos y tengo que concentrarme. Me sigue mirando, pues que lo siga haciendo. Pasado un rato y en la 4º canción del Ipod veo que me sigue mirando como si fuera comestible. Yo, a esas alturas no se si ponerme la mochila de escudo, cambiarme de vagón o romper una ventana y lanzarme.


Otro caso muy divertido: salir un Viernes o un Sábado por Soho, unas cervezas y quedar con un par de amigos. A las 19:00 es agradable estar bebiendo, charlando...
Pero a partir de las 23:00 se abre la fiesta demolicón. Es divertido ver a las guapetonas con el rostro desfigurado, el poco maquillaje que les queda acumulado en la barbilla, con los tacones en las manos y la falda a la altura del sujetador. Pero todavía es más divertido cuando están en la calle, salen del local, generalmente con un tono rosa, pasan a morado y un poquito más tarde tienden al azul.  Les llamo cariñosamente Fauna londinense.

Cambiando de tema, voy a hablar del Metro. Gran invento la verdad, pero en esta ciudad al parecer no lo es en absoluto. Despiadadamente caro 27£ osea 33eu por semana, aunque por 100£ es fácil cogerse un mensual y andar más tranquilo.
Y lo mejor uno va embotado al trabajo. Es sano.
Al parecer el año que viene son los Juegos olímpicos (no lo sabía) y el metro se ha encarecido un 33%, osea le pago el metro a Gallardón y ahora le pago las mejoras al tal Livingstone. El problema es que no paran de cerrar lineas en fin de semana y hay que estar atento porque cierran una linea y se quedan tan tranquilos. No avisan con anterioridad y es fácil pretender ir al centro y no poder hacerlo. Eso si, buscando y preguntando se tendrá bus de sustitución, que lógicamente hay que pagar. De todas formas no hay que descartar llevar un machete para hacer sitio. La primera lección que se aprende en el metro: llega tren Indio, solo falta gente en el techo. Buaa, para que me voy a meterme en empujones, espero al siguiente que pasan cada 2 minutos. Viene el siguiente y se empieza a notar que la gente se coloca estratégica mente, mmm huele a bronca, a por ellos. Empujo igual que todos y me hago con un sitio. Me doy cuenta que aquí hay que ser muy ágil para llegar al interior. Y que lo de pedir perdón no hace falta cuando todos van en modo zombie.